En un intercambio de ideas, José Victoriano Jiménez dijo que a pesar de la participación indígena en la Revolución Mexicana y en el Movimiento de Independencia las condiciones de este sector “han cambiado muy poco o casi nada”, por lo que advirtió que nuevos movimientos armados podrían darse en el país.
Ante ello, García Avilés subrayó que “en el siglo XXI solo hay lugar para revoluciones pacíficas que profundicen la democracia y la inclusión de todos los sectores”, porque, además, los movimientos armados del pasado facilitaron el establecimiento de un “orden institucional perfectible con la participación política de la sociedad”.
El funcionario estatal coincidió con sus interlocutores en que las universidades tienen mucho que aportar en estudios que permitan “explorar esa participación masiva pero anónima” de los indígenas en la Revolución Mexicana, para “arrancar del olvido a los héroes revolucionarios purépechas, otomíes, nahuas y mazahuas que también aportaron su sangre y su talento”.
Exhortó a los jóvenes a continuar por el camino de la educación, “la verdadera arma transformadora de nuestro tiempo”, y les informó que continuará gestionando recursos para mejorar infraestructura y equipamiento de planteles de educación media superior en las comunidades indígenas, “pues en ese nivel es donde muchos jóvenes se nos están quedando”.
Finalmente, García Avilés indicó que ante la violencia de los últimos años, “que no es revolucionaria sino delincuencial”, es necesario recordar que en las comunidades indígenas hay mayor control de su seguridad, gracias a la cohesión social por la vigencia de sus lazos comunitarios.