Morelia, Michoacán, 20 de enero de 2025.
Gracias a los esfuerzos de la Coordinación del Sistema Penitenciario y las alianzas con empresas e instituciones de capacitación, el 86 % de las personas privadas de la libertad en Michoacán trabaja en actividades que les permiten obtener ingresos para mejorar su calidad de vida y la de sus familias.
Trabajo y reinserción social
De los más de 6,600 internos e internas en los 11 centros penitenciarios del estado, más de 5,700 participan en labores productivas como:
- Maquila y costura.
- Talabartería y carpintería.
- Elaboración de balones, hamacas, bolsas, huaraches y cubrebocas.
- Manualidades como papiroflexia, pirografía, repujado, pintura al óleo y artículos de yeso.
Estas actividades no solo generan ingresos, sino que contribuyen al proceso de reinserción social, brindándoles habilidades prácticas y fortaleciendo su autoestima.
Un impulso a la autonomía económica
Algunas personas internas, motivadas por este programa, realizan dos o tres trabajos al día, logrando no solo sostenerse económicamente, sino también apoyar a sus familias, dejando de ser una carga para sus seres queridos.
El 14 % de la población penitenciaria que no trabaja corresponde a personas de edad avanzada o con discapacidades físicas o mentales, quienes cuentan con otro tipo de apoyo dentro de los centros.
Un modelo integral de capacitación
Los internos aprenden diversas técnicas durante su reclusión, con el apoyo de convenios de colaboración que promueven la capacitación para el trabajo. Estas acciones buscan garantizar una mejor calidad de vida para las personas privadas de la libertad, fortaleciendo su reintegración al salir del sistema penitenciario.