La estructura de un presupuesto federal tiene la circunstancia de que es totalmente relativo en su tamaño; siempre está sujeto a las necesidades de todo un país y sus gastos y derechos.
Cuando se anuncia la cantidad en pesos y centavos, que propone el ejecutivo presidencial para ejercer durante el siguiente año, esta puede ser vista de manera absoluta con ojos de … ¡que dineral quiere tener el presidente…! o… ¡bueeeeno, parece que no es tan grande la cantidad…!
En el caso de la propuesta para el año fiscal de 2022, se ubica en un poco más de 7 billones 88 mil millones de pesos; si queremos verlo con ojos de …¡ah, barbaros; que ambiciosos! de repente podemos irnos con la finta de que es mucho dinero; por desgracia no lo es frente a las necesidades de gasto ya comprometidas que se deben realizar, llueva o truene. Los hechos dan dolor de cabeza…
Hay tres cuentas fundamentales que se comen casi la mitad del presupuesto:
PAGO DEL SERVICIO DE LA DEUDA INTERNA Y EXTERNA.
PAGO DE SALARIOS DE LA BUROCRACIA PARA QUE EL SISTEMA SIGA FUNCIONANDO
PAGO DE PENSIONES
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an sólo en estas tres cuentas se requieren unos 3 billones de pesos; si la cantidad que se pide es algo más de 7 billones, entonces de inicio ya no se cuenta con un 40% de ese dinero, porque está comprometido desde el inicio…, se paga o se paga.
Hoy analicemos la parte que más ofende al país por su origen las consecuencias; el pago del servicio de la deuda…
Se está pidiendo para pago de deuda… $821 mil 463.8 millones de pesos (821 463 800 000); por desgracia, esta cantidad obedece a que tenemos que pagar el llamado servicio de deuda, consistente en los vencimientos del capital, más los intereses y los recargos
¿PORQUÉ ESTA CANTIDAD TAN GROSERA…?
Todos los gobiernos tratan de mantener un ritmo de gasto adecuado a las necesidades de la economía en general; que no se detenga, el problema en ocasiones es que se pide prestado para completar el gasto, ahí se va endeudando a país, y que se tiene que pagar en algún momento con su costo llamado tasa de interés.
El problema se agravó en 1997-98, durante el gobierno de Zedillo, la economía nacional arrastraba una crisis crónica y de coyuntura, por que el tipo de cambio era inestable, los negocios se fueron perdiendo, la economía familiar fue perdiendo solidez; los jefes de familia, sin poder evitarlo, cada que recibían su salario, sentían que se les estaba devalando mientras lo recibían y lo iban gastando. De golpe, en 1994-95 el tipo de cambio se fue de 3.3 pesos por dólar, hasta los 7 pesos por dólar…
Esta crisis era general; sin embargo, el presidente Zedillo decidió aplicar un plan de rescate… únicamente para los empresarios; y de estos, se concentró en los que mejor integrados se encontraban con la comunicación de la presidencia…: es el Fobaproa.
En aquellos años; 1998-99; el presidente Zedillo justificó este programa de rescate empresarial señalando que de esta forma se estaba salvando a la economía nacional; pero solamente nos enteramos del tamaño del gasto porque en una gira por Inglaterra confesó, que el costo en este programa de salvación y rescate financiero fue de al menos 75 000 millones de dólares…
Con este dinero se rescataron las deudas de empresas que estaban en quiebra o cercanas a la misma…; hasta las empresas de Vicente Fox fueron rescatadas con nuestros impuestos; sí, las del mariguanero ex presidente, que cobra por cantar las mañanitas, investido en su disfraz de presidente de México (se le debe seguir diciendo señor presidente, por orden de Martha Sahagún).
Fundamentalmente se rescataron a los bancos, al menos 18 bancos fueron salvados con nuestro dinero; los mimos que nos tratan con la punta del zapato cuando vamos a solicitar algún servicio.
Con nuestros impuestos, el presidente salvó a miles de empresarios que estaban sin fondos; y le dio una patada, en donde se le antoje, a los deudores pequeños…, como su familia y la mía. Hoy debemos pagar todos, lo que se comieron unos cuantos.
Por eso el presupuesto se agranda de manera artificial a más de 7 billones de pesos; de los que casi un billón (821 463.8 millones) de pesos se debe destinar a pago de intereses y vencimientos de la deuda.
Si, amable lector (a), esta es la gran cruz que nos heredó el presidente Zedillo entre 1997-98 cuando hundió a la economía de las familias promedio, a cambio de salvar a buena parte de los empresarios cercanos a la presidencia…; los que le siguen recordando con cariño… ¡los salvó, jodiendo al resto de los mexicanos, que pagamos esta deuda, y no hay forma que se termine de pagar en los siguientes veinte o treinta años!
Desde luego, sabemos que el renglón de pensiones y pago a salarios de la burocracia son tremendos…; los salarios crecen y la corrupción los acrecienta más.
Se piden 982 145.6 millones de pesos para pago de sueldos y salarios para la burocracia; mientras que para el pago de pensiones, la cantidad es brutal, y conforme envejece la población se va a incrementar esta cantidad; para 2022 se van a destinar 1 billón, 172 mil 324.9 millones de pesos.
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Claro, cuando se tiene gente como los del Poder Judicial, Inegi, el INE y TRIFE que no aceptan ganar menos que el presidente, y se amparan para seguir cobrando sus altos salarios (hasta 400 000 pesos al mes).
Con esto, ni cómo hacer más con menos…
Más del 40% de los 7 billones de pesos se van en estas tres cuentas; pero la que más ofende es el pago de la deuda que se nos impuso… ¡para salvar a los agiotistas oficiales del país; los bancos!
¡Ah, el prócer de los banqueros; el Chucho el roto de los ricos…; Zedillo!
Le abrazo…, sana distancia por favor, menos besos, sólo ojitos pispiretos.