Ningún otro lugar del mundo ofrece un desayuno tan evocador como París. Comience el día con un delicioso croissant o baguette, y recuerde dejar hueco para los famosos tartines o crêpes parisinos. Cenar en la metrópoli francesa es también un verdadero placer. Disfrute de la alta gastronomía en los mejores restaurantes o deléitese en un pequeño y acogedor bistró. París es el destino ideal para una escapada urbana o como punto de partida para unas vacaciones más largas en Francia. ¿Tiene hambre? ¡Reserve ya su vuelo a París!
Coronada por la imponente basílica del Sacré-Coeur, la colina de Montmartre se eleva majestuosamente sobre la ciudad y ofrece las mejores vistas. Desde aquí, podrá disfrutar de la singular atmósfera de las calles del distrito bohemio de Montmartre. Los amantes de los museos nunca se aburrirán en París: podrá pasar fácilmente varios días deambulando por los museos históricos y modernos, como el Louvre o el Centro Pompidou. Si todavía le queda tiempo, dé un paseo por los jardines de Versalles o por el maravilloso Bois de Boulogne. ¡Y no se olvide de visitar Disneyland Paris!
Los pasillos, halls y galerías con las obras de grandes maestros: el Louvre es uno de los museos más grandes del mundo. Necesitaría al menos una semana para ver toda la colección. Sin embargo, la mayoría de los visitantes vienen atraídos por las tres famosas damas: La Mona Lisa, la Venus de Milo y la Victoria de Samotracia.
Originalmente, en el siglo XII, el Louvre fue construido como una fortificación. A mediados del siglo XVI se convirtió en un palacio real y desde 1793 es oficialmente un museo. El Louvre expone obras de arte desde la Edad Media hasta 1848 aproximadamente. La colección ha aumentado hasta las 35.000 piezas, distribuidas en tres alas. Tesoros de las épocas griega, egipcia y romana se encuentran en sus propias galerías, mientras que las principales atracciones del Renacimiento se pueden admirar en la Grande Galerie.