Este 15 y 16 de Septiembre, todo el territorio nacional mexicano se encuentra de fiesta , inclusive los mexicanos que residen en otros países del mundo celebraran la Independencia de México ( que empezó en 1810 y se triunfo en 182 , el gobierno español acepto nuestra independencia ) .
En todo México y más allá de nuestras fronteras , la celebración empieza en la noche del 15 de Septiembre, todos los mexicanos se reúnen con sus familias y amigos . Todos salen a convivir un momento , toda la noche del 15 y la madrugada del 16 de Septiembre y otros más continuaran todo el día del 16 ,17,18 de Septiembre .
El día 15 de Septiembre , en la noche , todos darán el grito de Independencia , ya que en la noche del 15 de Septiembre de 1810 el Padre Miguel Hidalgo y Costilla, llevando consigo un estandarte de la Virgen de Guadalupe , llamó a misa y juntando a la gente les dijo que era hora de la Independencia , que ya llevaban varios meses preparando con el Padre José María Morelos y Pavón y la Corregidora de Hidalgo Doña Josefa Ortíz de Domínguez . Y alzando y agitando el estandarte grito : Viva México , Viva la Independencia , Viva la Virgen de Guadalupe . Con ello empezaba la Independencia , por ello todo México en la noche del 15 pasando al 16 , se da por todos los mexicanos el Grito de Independencia .
: A principios del siglo XIX, en el virreinato de Nueva España había enormes diferencias sociales. Una minoría era dueña de las tierras y las riquezas mientras que la mayor parte de la población estaba privada de lo imprescindible. Los criollos habían acumulado resentimientos por su situación de marginación para obtener altos cargos gubernamentales y por la falta de capitales que necesitaban sus tierras. Poco a poco fue surgiendo el convencimiento de que era necesario independizarse de España, sólo faltaba el momento oportuno.
En 1808 llegaron a la capital del virreinato de Nueva España las noticias de los sucesos de España, la invasión napoleónica y la abdicación de los reyes españoles, lo cual dejaba sin rey al imperio hispanoamericano. Desde un principio se expusieron dos posiciones: la del Ayuntamiento, que sostenía que la soberanía estaba en el pueblo y quería convocar a una junta de todo el reino, igual a las juntas que se habían formado en España. La Audiencia, por el contrario, opinaba que gobernara quien gobernara en la península española, Nueva España debía mantener su independencia de España.
Las Reformas Borbónicas tuvieron una repercusión negativa en la Nueva España porque prohibieron a los criollos ocupar altos cargos en el gobierno, en la Iglesia y en el ejército, disminuyeron el poder del virrey y afectaron la riqueza económica del clero. La prosperidad económica estaba desigualmente distribuida, los peninsulares y los criollos concentraban la mayor parte de la riqueza; los indios y las castas vivían en la miseria.
Se había hecho una convocatoria para elección a representantes para las Cortes, que se reunirían en Cádiz, España a partir de septiembre de 1810 para decidir la suerte del Imperio Español. Las elecciones acrecentaron la agitación criolla pues eran las primeras en las que podrían participar los americanos. La Nueva España envió a 17 representantes que habrían de participar en la elaboración de la Constitución promulgada en 1812.
En Querétaro, en 1808, el corregidor Miguel Domínguez, coincidía con las ideas autonomistas criollas y organizaba reuniones junto con su esposa Josefa Ortiz, a las cuales acudían Ignacio Allende, Juan Aldama, los hermanos González, el padre Sánchez y unas veinte personas más para discutir sobre la situación social y política. El corregidor invitó a Miguel Hidalgo, cura de Dolores, hombre ilustrado, a participar en las juntas que iban desarrollando sus planes para iniciar una insurrección en diciembre.
La región del Bajío se convirtió en el centro de las conspiraciones criollas contra los peninsulares. Aldama y Allende fueron al pueblo de Dolores a hablar con Miguel Hidalgo y concluyeron que era forzoso adelantar la fecha de la insurrección. Don Miguel aprovechó que la mañana siguiente sería domingo, así que cuando llamó a misa, no dio el sermón habitual sino que incitó a sus feligreses a seguirlo en su lucha contra el mal gobierno. Era el 16 de septiembre de 1810.
Miguel Hidalgo era muy querido por la gente, además el pueblo ya no aguantaba la situación, por lo que su respuesta fue inmediata. La gente formó un pequeño ejército que tenía como su bandera una imagen de la Virgen de Guadalupe; esa misma noche Hidalgo encabezó una insurrección armada contra el gobierno virreinal. Doce días después el ejército insurgente estaba entrando a la ciudad de Guanajuato, una de las más opulentas del virreinato. La ciudad fue saqueada, ni Hidalgo ni Allende pudieron detener el desorden de la muchedumbre. La noticia corrió por todo el territorio de la Nueva España y muchos se prestaron a imitar a Hidalgo.
Las huestes de Hidalgo enfilaron hacia la capital y para fines de octubre toda la gente que lo seguía, rancheros, indios, mestizos y hasta algunos españoles, se hallaban frente a los mil criollos del ejército realista; el Monte de las Cruces presenció la más grande de las victorias insurgentes. Hidalgo se dirigió hacia Guadalajara donde fue honrado con el título de Alteza Serenísima y se centró en la organización de su gobierno y de un periódico al que llamó El Despertador Americano; tuvo una gran labor legislativa, decretó la abolición de la esclavitud, del tributo indígena y declaró de uso exclusivo de los indígenas las tierras de la comunidad. Nombró a Ignacio López Rayón como su secretario y ministro.
Las tropas de Hidalgo fueron derrotadas en Puente de Calderón por las tropas realistas del virrey Calleja; la traición del capitán Elizondo haría que Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueran aprehendidos y fusilados. Las cuatro cabezas fueron colocadas en jaulas de hierro y puestas en las esquinas de la Alhóndiga de Granaditas. Don Ignacio López Rayón quedó a cargo del movimiento independentista junto con el padre José María Morelos y Pavón e instalaron en Zitácuaro la Suprema Junta Gubernativa. El movimiento independentista había perdido el arrojo que le diera el liderazgo carismático de Hidalgo pero contaba con el apoyo de criollos de todas las clases sociales.Esta lucha había conmovido tan intensamente a la sociedad, que hasta la conducta de las mujeres, restringida por los prejuicios, había cambiado; muchas se convertían en mensajeras, espías, inspiradoras de deserción o combatientes.
La Junta fue desalojada de Zitácuaro por el virrey Calleja, a partir de ahí, Morelos se convirtió en el caudillo más importante del movimiento independentista; a diferencia de Hidalgo, prefirió un ejército pequeño pero disciplinado, reorganizó a sus fuerzas y su fama creció. En 1813 organizó un Congreso y elaboró su reglamento con base en los principios de soberanía popular y representación. Ahí presento sus Sentimientos a la nación, donde expresaba que América era libre e independiente de España, que la soberanía procedía del pueblo, que las leyes tenían que comprender a todos, que todos los hombres eran iguales y que debían acabarse los tributos, entre otras cosas.
Los independentistas promulgaron la Constitución de Apatzingán el 22 de octubre de 1814, que se inspiraba en el ideario revolucionario francés y en las Cortes de Cádiz, por lo que proclamaba los derechos del hombre, la igualdad de los habitantes ante la ley, el gobierno representativo, la separación de poderes y la libertad de expresión. El resentimiento del virrey para combatir a los insurgentes aumentó; prohibió la Constitución de Apatzingán, Morelos fue tomado prisionero y sometido a juicio, donde se le dictó pena de muerte. Aunque la muerte de Morelos casi paralizó la lucha independentista, el virrey se dio cuenta que ni destruyendo a Morelos podría acabar con seis millones de personas que estaban decididos a continuar luchando por la independencia.
Nueva España mostraba las huellas del sufrimiento de los seis años de la guerra civil, además la gente estaba harta. El nuevo virrey intentó calmar la situación y otorgó el indulto a 17 000 hombres. Sólo quedaba la resistencia que dirigía Vicente Guerrero en las montañas del sur, quien mantuvo vivos los ideales de Morelos. En 1820 estalló otra rebelión liberal en España y se puso en vigencia nuevamente la Constitución de Cádiz que establecía una monarquía constitucional, la abolición del tributo indígena y la igualdad de los súbditos de las colonias, además de la libertad de prensa, con lo cual la alegría popular creció. Este acontecimiento y la libertad de algunos insurgentes encarcelados sirvieron para vigorizar el deseo generalizado de independencia.
Mientras tanto Agustín de Iturbide, jefe del ejército realista, fue encomendado a perseguir las fuerzas de Guerrero. Redactó el Plan de Iguala que permitió la alianza definitiva entre insurgentes y realistas, era un acuerdo político que incluía que Nueva España se separaría de España, la religión sería católica, Fernando VII sería invitado para ser emperador y si se negaba se le ofrecería el trono a algún otro descendiente de los Bobones. En síntesis este documento proponía la separación de España pero, conservaba la lealtad a su rey. Iturbide invitó a Guerrero a unírsele y éste aceptó, el pacto se celebró en Acatempan.
El Plan de Iguala fue publicado el 24 de febrero de 1821, tenía metas de independencia, igualdad, preservación de la religión, constitucionalismo, y ciudadanía a las castas. Se decretó que la Nación se llamaba Imperio Mexicano, que sería mandado a reinar en primer lugar el rey Fernando. Después de una serie de acuerdos con los españoles que dominaban la capital, el 27 de Septiembre de 1821, el Ejército Trigarante, al mando de Iturbide hizo su entrada a la capital, nacía una nueva nación. La lucha había durado 11 años.
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