El Santuario Diocesano de Nuestra Señora de Guadalupe, también conocido como Santuario Guadalupano, es un imponente santuario católico dedicado a la Virgen de Guadalupe. Se localiza en la ciudad de Zamora de Hidalgo, en el estado de Michoacán, México. Este lugar de culto es reconocido por tener las torres más altas de México, alcanzando los 107.5 metros de altura.
Historia y Construcción
La historia del Santuario se remonta a 1898, cuando comenzaron los trabajos de construcción con más de 300 hombres bajo un diseño neogótico. Su inauguración oficial tuvo lugar el 12 de diciembre de 2008, coincidiendo con el centenario de su existencia en 1998.
Etapas de Construcción
- Inicios (1898): Los trabajos comenzaron con la intención de erigir una magnífica catedral que contaría con cinco naves y una cúpula innovadora en el estilo neogótico.
- Suspensión (1914): La Revolución Mexicana interrumpió la construcción, y aunque se habían avanzado las obras, se detuvieron indefinidamente debido a la Guerra Cristera.
- Reactivación y Finalización (2008): Tras años de espera, el santuario fue finalmente terminado y se celebró la inauguración del monumental órgano, traído de la fábrica Alexander Schuke en Alemania, el 15 de junio de 2008.
Características Destacadas
- Altura y Diseño: El Santuario no solo es el más alto de México, sino que ocupa el quinto lugar en América, detrás de monumentos como la Catedral de Maringá en Brasil (124 m) y la Basílica del Voto Nacional en Ecuador (115 m).
- Iluminación y Decoración: La iluminación interior se completó en marzo de 2009, siguiendo el estilo de la Catedral de Morelia. Además, se han instalado vitrales en las capillas y esculturas de mármol que resaltan la estética gótica de la fachada.
Vitrales y Esculturas
- Vitrales: Colocados en las capillas y criptas, aportan un colorido especial al ambiente del Santuario.
- Esculturas de Mármol: Estas esculturas complementan la fachada, destacando el orden gótico.
Un Santuario que Trasciende
El Santuario Guadalupano no solo es un lugar de adoración, sino también un símbolo de la historia y la cultura de Michoacán. Su construcción ha sido un esfuerzo colectivo que refleja la devoción de la comunidad hacia la Virgen de Guadalupe y su compromiso con la fe.