Decisiones en la vida
Frente a las situaciones que nos presenta la vida, una vez que dejamos de ser niños y comenzamos a complicarnos, encontramos aquellas en las que hay que tomar decisiones, derivadas de actos o acciones que nos pudieron o no gustar. Debemos irnos, o quedarnos, huir o luchar, aferrarnos o soltar, y ¿qué crees que sea más fácil?, ¿qué crees que hacemos la mayoría? La respuesta está en identificar lo que más nos conviene, o con lo que seamos más felices, pero en algunas ocasiones decidimos abandonar sin dar la lucha por algo o alguien que queremos o amamos, sólo por no conflictuarnos, siendo ésta decisión la más alejada de la valentía y lo más cercano a la cobardía.
Señales de madurez y brevedad de la vida
Posiblemente, una de las señales de madurez del hombre o la mujer es cuando sabes lo que hacer frente a las pequeñas o grandes circunstancias de la vida. Lo triste es que, en cuanto eso sucede, nos queda poco tiempo para vivir, por lo que se cumple aquella máxima que dice que de lo bueno poco, y por lo tanto, debe ser que mediano o poco resto de tiempo en el que habitemos el planeta lo hagamos con la sabiduría personal y social, que nos permita ser gozosamente felices y salpiquemos de sapiencia y gusto a los demás.
La capacidad de discernir y saber retirarse
El hombre o la mujer debe apresurar a lo más pronto posible la capacidad de discernir, disentir y definir lo que quiere o pretende. Pues en cuanto más temprano sepamos identificar lo malo de lo bueno o lo justo de lo injusto, menos proclive será al sufrimiento, al dolor o a cualquier momento que pueda generar incomodidad.
Mantenernos alertas para saber cuándo retirarnos de un asunto que no vamos a ganar, aunque volvamos a nacer, es un tema fundamental en la vida de cada persona, porque de nada sirve necear y estar tercos a que el peral dé ciruelas o el plomo se vuelva ligero, sólo por ceguera, si al final las cosas son del modo que naturalmente son.
Elegir con cuidado a quién amar
Tener cuidado para saber de lo que nos enamoramos, de con quién nos quisimos quedar, es básico para que después no queramos que lo que es de un color tenga otro tono, o que quien siempre mostró un carácter débil, de buenas a primeras, muestre firme.
Cambios y alternativas en las relaciones
Pasa mucho que lo que antes te gustaba ahora te moleste, y es incluso hasta un proceso natural, pues se dice que es de sabios cambiar de opinión; sin embargo, procura ser consciente respecto a tu realidad, pues si en el noviazgo no sabes bien con quién vas a casarte, ese paso debe esperar, y si ya decidiste tener una relación y ahora ya no cubre tus expectativas tu pareja, hay alternativas para resolver los conflictos, más aún si ya hay hijos de por medio, pues ahora en ésas circunstancias la responsabilidad ya abarca a todos los integrantes de la familia.
Buscar ayuda profesional en las relaciones
Acudir con los profesionales de las relaciones humanas, cuando sea necesario, siempre es una buena alternativa, sobre todo cuando estás cegado por el afecto, no quieres soltar, o en los momentos en los que dejas ir pero te sigue causando dolor.
Priorizar la felicidad y el respeto personal
No hay nada en la vida que valga más la pena, que sea ser feliz, estar bien contigo y respetarte en lo interior y exterior. Y cuando esa paz o tranquilidad se afecte o se violente por alguien más, deben ponerse en la balanza las cosas, sabiendo que tu bienestar es lo más importante; sólo que no hay que ser egoístas ni ególatras.
Equilibrio en el aporte a la relación
Cuando eres quien siempre da lo mejor de sí, cuando eres quien aporta, cuando tienes que ser tú quien panea y ejecuta y no hay, por la otra parte, interés ni iniciativa por ser parte de la relación, debes comenzar a pensar que no puedes estar cargando todo el tiempo con todo en solitario.
Puedes quedarte con quien sabe pedir perdón y con quien sabe recibir disculpas, pero no con quien te cambia las cosas para hacerte sentir culpable de cosas que no hiciste, vamos, que haciendo uso de cualquier argucia, como un buen verbo o algún detalle con valor monetario, cree que puede comprar tus risas y acabar con el disgusto.
El compromiso y la transparencia en la pareja
Cuando decides estar con alguien, o quedarte con esa persona, debe notarse, pues es bien sabido que “el casado, casa quiere”, y que el amor no se puede ocultar. Por eso, tu pareja debe ser tu orgullo, tu motor e inspiración, entre otras cosas, y no te puedes quedar con el o la que te ocultan o vive vidas paralelas.
Responsabilidad personal en el manejo de traumas
Hay que tener presente que cada uno es responsable de resolver sus propios problemas existenciales. Posiblemente, alguien puede ayudarnos o acompañarnos, pero debemos ser nosotros quienes queramos tratar nuestros propios traumas, pues cualquier relación que viva en torno a complejos de uno u otro terminará por ser tormentosa.
Vivir plenamente y soltar lo que no encaja
La vida es demasiado corta para vivir infeliz, y la infelicidad la puedes estar viviendo porque así lo has querido; por eso, suelta eso que no tiene pies ni cabeza, lo que no encaja contigo y lo que sientes y quieres, o bien, amárrate a lo que te llena, a quien, con sus gracias, penas y cuitas, cada día te sigue haciendo sentir que un suspiro sostenido y profundo alimenta tu alma, tu espíritu y tu corazón.