LA ECONOMÍA Y USTED Eliseo Castillo – EL AMOR TÓXICO POR LA VIOLENCIA

Cuando la vida nos pone en circunstancias tan penosas como las actuales en que la violencia de cada día nos baña, se quiera o no, apenas salimos a la calle, no podemos obviar que esto tiene que afectarnos de diversas formas; si es en familia, se piensa en nuestros seres queridos y las posibilidades de que no sean dañados por este ambiente de destrucción en que vamos pasando por la vida.

Las madres, mantienen el deseo profundo de que sus hijos regresen con bien de la calle: ya sea del trabajo, de la fiesta, o simplemente que regresen de la calle.

En el caso de las parejas pasa lo mismo; estamos detectando un trauma de efecto inmediato entre hombres y mujeres que se encuentran involucrados en una relación sentimental.

En este espacio nos interesa hablar del impacto que está generando el ambiente de violencia nacional e internacional que se vive en estos días; y la manera en que va intoxicando a las personas, en la medida en que estas se van involucrando en los sucesos violentos que le superan, le rebasan, pero que no puede evitar.

Por más que el gobierno se afane en negar lo evidente, la violencia cotidiana en las calles del país sigue muy fuerte; quisiéramos que fuera mentira; no lo es; vivimos un ambiente de inseguridad desde hace décadas; desde los años ochenta del siglo pasado en que se permitió el crecimiento del narcotráfico desde la propia presidencia; hoy es un cáncer incontrolable.

Las masacres se siguen presentando; las regiones van acumulando historias de grupos armados que se van apoderando de la vida llamada “normal”; hasta que, se corre el riesgo de caer en crisis y cargar con traumas propios de la incapacidad de salvarse de este ambiente de violencia.

Por ejemplo, Zamora y Jacona son cada vez más violentas; la parte penosa de esto es que sus ciudadanos se van acostumbrando a las balaceras y muertes diversas; que ellos mismo dicen, suceden a diario… ¡es lo peor que le puede pasar a una sociedad; cuando afirma que es normal que haya muertes violentas a diario; algo malo se desarrolla en la mente social!

No hay forma de negar lo evidente; la campaña pacificadora del actual gobierno no ha resultado con efectos inmediatos; ignoramos si en el medio y largo plazo se obtengan buenos resultados; son deseados, desde luego; pero de momento, a tres años de administración no tenemos mejor ambiente de vida en sociedad; las evidencias derriban cualquier discurso “engañabobos” tan socorrido por políticos de ocasión. No se ha mejorado el clima social.

La invasión grosera del gobierno ruso contra Ucrania nos confronta con la eterna posibilidad de una guerra mundial, toda vez que este caso no es aislado; es la respuesta (como se lo he contado en este espacio) a la agresión del gobierno de los Estados Unidos, por medio de la OTAN para acorralar las fronteras de su enemigo declarado, el gobierno ruso.

En realidad, esta parte se ignora en América, por el contrario, se nos intenta engañar con la idea de que los rusos son los malos de todo esto; que no permiten ser felices al resto del mundo, y que el presidente de Ucrania es un nuevo héroe mundial; cuando en realidad es un fanático nazi adorador de la supremacía blanca, que hasta hace unos 10 días era repudiado en su país; pero claro, ante un clima de guerra e invasión, resulta NO recomendable manifestarse abiertamente en contra de quien debe defender un país; es este caso su presidente.

¡Qué curioso, es el mismo caso que se “armó” en 2001, cuando George Bush hijo armó el espectáculo de la caída de las torres gemelas; luego organizó la invasión contra Irak; y de ser el presidente peor evaluado en la historia de los Estados Unidos… ¡queeee cree? acertó, barrió en las siguientes elecciones….

Ayer martes primero de marzo de 2022, fue penosa la actitud de los miembros de la ONU (Naciones Unidas) al escuchar a este nefasto seudo-nazi Zelensky, se le aplaudió poniéndose de pie, como si fuera un héroe; cuando su actuación como presidente ha sido todo lo contrario.

¿Qué aplaudían realmente?

¿Se sintieron felices de apoyar a un comediante disfrazado de presidente de Ucrania con ideas racistas manifestadas sistemáticamente?

¡No…, aplauden ante el temor de una guerra mundial! aplauden ante el miedo a que el proceso bélico desborde en una guerra nuclear, donde corramos a donde corramos seremos cazados como conejos por la radioactividad de las armas de este tipo que abundan en los arsenales de varios países.

Por desgracia la acumulación del ambiente violento local, nacional e internacional se aloja en la mente de la persona; el sentimiento de orfandad se apodera de ella y lo traslada al convivio con quien le acompaña; en este caso su pareja.

Está condenada a vivir un clima y ambiente de violencia e inseguridad; hoy se reduce el margen de confianza de salir de casa y regresar relativamente sana.

¡Ojos que te vieron ir, quien sabe si te verán volver! dilema del deseo amoroso y de apego por la esperanza de que la otra persona no le deje, no le abandone, no desaparezca, que regrese a casa…, como sea, pero que egrese.

Ahora se piensa frecuentemente en que las personas no desaparecen voluntariamente; y que antes si lo hacían…; antes decían que iban por cigarros o por leche; y como si fueran a buscar la vaca…o la parcela de tabaco…, no regresaban, o lo hacían veinte años después, envejecidos y cansado de vivir en otra parte y con otras personas.

Hoy esto es anecdótico, las nuevas formas de desaparición se relacionan con la violencia, el crimen organizado, la frustración de la incapacidad, sabiendo que nuestra pareja está en la calle y sabe dios si regresará por la tarde o noche.

Al mismo tiempo hemos comprobado que, si de por sí ya nos llevábamos algo mal, por el aburrimiento de la rutina, ahora que se nos indica y recomienda mantenernos encerrados en casa, con quien ya no nos da algo más que cuentas por pagar, reclamos de lo que no le gusta a la pareja; encerrados contra nuestro deseo de salir a desahogarnos en otra parte; con el clima de violencia que vivimos, todo esto se ha concentrado, ha funcionado como fórmula destructiva; la peor en contra de la pareja, tan agarrada apenas de alfileres, y tan propensa a la separación por una larga lista de razones.

Hoy los riesgos de guerra mundial nuclear se acercan demasiado a nuestra puerta; en occidente los medios se dedican a hablar pestes de Rusia y verle como la mala de la película; en realidad el origen está en los intereses de Los Estados Unidos y su manipulación por medio de la OTAN para acorralar a su enemigo odiado ruso…; recuerde que hace meses se lo recalcó Putin a Biden…, cuando se le cuestionó sobre su opinión si Rusia se acercara a las fronteras de Estados Unidos, por medio de Canadá o México.

Europa Occidental sabe perfectamente que ellos empujaron esta invasión al apoyar la posible anexión a la OTAN de Ucrania; eso es ponerle una pistola en la cabeza a Rusia; es una reacción lógica de defensa de su espacio de seguridad; cada potencia (China, Rusia o Estados Unidos) lo ha hecho, lo seguirá haciendo.

Todo esto va a seguir lastimando las relaciones de pareja; cada vez seremos menos seguros de nosotros mismos; confiaremos menos en la otra persona; dejaremos de verle como alguien muy confiable; le veremos menos como nuestro bastión y compañero de vida.

La anécdota de que ella se fue un día y no regresó porque tenía otra pareja, o que él salió por cigarros y se quedó fumándoselos en otra casa, deja de ser el móvil central de las rupturas de la pareja; hoy los altos niveles de violencia nos tienen atrapados en la inseguridad y el desencanto; llega y se va un gobierno, la violencia se incrementa o se mantiene al menos; eso no ayuda; eso nos separa, nos invade de desconfianza; nos enferma.

La pareja como un termómetro de frustración; los pinches locos dueños del mundo pelándose en nombre de todos; como si se les quisiera tanto; Biden amenazó desde que llegó al poder hace un año…; Estados Unidos regresará a reclamar los intereses internacionales; el otro loco Putin, defiende los suyos; y nosotros, con nuestras pequeñas vidas, volteamos a ver lo que nos queda; a veces es una relación amargada con nuestra pareja…, a veces con ganas de salir a buscar cigarros…, ¡aunque no fumemos!