Cuando trabajaba en la Secretaría de Salud entre los años 2000 y 2003 un día me habló un conocido para pedirme que le ayudara a evitar que a su hija doctora – recién egresada — la mandaran a servicio social a un poblado lejano de Veracruz – no recuerdo cuál –. El papá quería que se quedara en un hospital de la Ciudad de México; me volvió a llamar días después para confesarme que su hija había decidido irse adonde la estaban enviando porque sabía que iba a aprender y ayudar más.
Por supuesto, hay de todo tipo de estudiantes de medicina, unos que desean permanecer en las ciudades y otros que desean emigrar a zonas rurales e indígenas para ejercer su profesión y ayudar, sin el objetivo de lucro. De ninguna manera se puede generalizar para un lado o el otro como lo hace el presidente López Obrador.
Según un reporte del Instituto Nacional de Estadística y Geografía, México cuenta con alrededor de 305 mil médicos de los cuales 54 por ciento son hombres y 46 por ciento mujeres; de cada 100, 67 son médicos generales y 33 con alguna especialidad. Hay aproximadamente 2.4 médicos por cada mil habitantes, cifra inferior a lo que recomienda la Organización para la Cooperación y el Desarrollo (OCDE) de 3.5 por cada mil habitantes.
Unos 12 mil médicos egresan cada año de las escuelas y facultades de medicina. De ellos, la mitad ingresa a una residencia para formarse como especialista. La pandemia desde marzo de 2020 a la fecha no ha frenado la titulación; sólo se han retrasado los procesos, pero los estudiantes y los profesionales de la salud ahí están esperando oportunidades.
El director del Instituto Mexicano del Seguro Social, Zoé Robledo anunció la convocatoria para la contratación de 13 mil 765 plazas en medicina interna, urgencias médico quirúrgico, ginecología y obstetricia, pediatría, anestesiología y cirugía general. El funcionario dijo que muchos de esos espacios han estado vacantes desde hace tiempo, aunque las escuelas de medicina siguen saturadas en todas las carreras.
En su reciente visita a Cuba, López Obrador firmó un convenio en el que se incluye traer 500 médicos cubanos para que atiendan en diferentes regiones del país. Todavía no se sabe cuándo van a venir, cuánto tiempo permanecerán en el país, en qué zonas apoyarán y cuánto ganarán. Sin embargo, el presidente recibió muchas críticas por esa decisión y se ganó la condena de gran parte de la comunidad médica.
En el portal BBC News hay un artículo del 15 de mayo de 2019 donde se revelan realidades de las misiones médicas de Cuba en diferentes países. Un informe de la organización Cubans Prisioners Defenders (CPD), con sede en España, señala que hay más de 30 mil médicos cubanos en 67 países, tienen reglas muy estrictas para evitar que deserten ya en el extranjero y realizan otras labores extra médicas como espionaje entre ellos mismos.
CPD afirma que los especialistas elegidos para la misión reciben en promedio entre 10 y 25 por ciento del salario pagado por los países en convenio y el resto se lo quedan las autoridades cubanas, aunque el presidente Miguel Díaz Canel acusa que es una ”mentira imperial que intenta desprestigiar a los programas cubanos de colaboración de salud con otros países”.
Los médicos cubanos ganan en su país desde cuatro mil – recién egresados — hasta 5 mil 800 pesos –especialistas — . Apenas les alcanza para sobrevivir; tampoco el sistema de salud es perfecto, todos los hospitales son públicos, pero faltan medicamentos y hay ocasiones que el servicio deja mucho que desear.
El apoyo sanitario de cualquier país siempre es bienvenido, pero tampoco se trata de desplazar a los médicos mexicanos. Debe ser una colaboración plena, solidaria y transparente al servicio de la población más necesitada. Así ni quien diga nada.