Arena Suelta por: Tayde González Arias ” EN VIDA HERMANO, EN VIDA”…

La vida del ser humano o el paso de su tiempo vivo por el planeta, se suele valorar
según su comportamiento y/o por sus aportes que haya realizado para el bien de los
demás, ya sea de manera profesional o sin ningún interés. El trabajo sin fines de
lucro, posiblemente sea lo que más describa al verdadero ser humano, al que nace
dulce y se amarga, al que crece sano y se va contaminando.

Dado el camino natural de todo hombre y toda mujer, nacer, crecer, desarrollarse y
morir, son etapas ineludibles, y cada momento ha de ser especial, en cada
amanecer debemos gozar de los rayos del sol, la caída de la lluvia, el canto de las
aves, el frío y el calor, de modo que de ninguna manera se caiga en la tristeza, la
depresión o el disgusto por vivir.

Ciertamente el nacimiento o la nueva vida, es la oportunidad de vivir bien, de gozar
de la existencia, aunque para que exista lo bueno, en muchas ocasiones se tiene
que pasar por penurias, lo realmente relevante es levantarse de las caídas, no caer
en las mismas trampas, ni seguir las malas costumbres, las mañas, los vicios o los
estados de molestia.

Algunas de nuestras dudas existenciales, tienen que ver, con las preguntas acerca
de lo que hay después de la muerte, y existen líneas de pensamiento sobre la
reencarnación, sin embargo, debido a que nadie a ido vuelto de la muerte, es
complicado creer en lo tangible o existencial, después de cerrar los ojos para
siempre.

A la hora de irnos de ésta vida, lo haremos más tranquilos si no dejamos problemas,
si entregamos a los que queramos lo que tengamos, si vamos a la notaría y
ponemos en orden los bienes, si le damos el cariño a los que lo merecen y el perdón
a los que lo pudieran necesitar. Es cierto que cuando uno muere los elogios no
faltan y habrá bocas que digan que fuiste una buena persona, que tu atención era la
mejor, que eras muy inteligente, que el respeto era tu característica, y demás. Pero
también ten presente que no faltara quien ni siquiera se pare a tu funeral, por algún
problema, pequeño o grande que hayan tenido.

Es común en los funerales, ver que al difunto, se le acompaña toda la noche y horas
del día, que se le reza, como esperando a que lleguen los familiares, los amigos o
allegados, y también en ocasiones se pueden ver numerosos arreglos florales,
coronas, y presentes para aquel o aquella que partió, sin embargo, hay casos en los
que bien valdría recordar aquel viejo poema que versa, sobre el “en vida hermano,
en vida”, de tal suerte que aunque se busque expiar culpas, por no estar presente
del ser que nos deja, y aunque sea, el, al morir, se le envíen cuantiosas flores, el
valor más alto, siempre lo tendrá, quien aunque no asista con ramos floridos, si se

haya hecho presente mientras la persona veía y gozaba y le hubiera sacado una
sonrisa.

Es una grosería, ir a una sepelio, solo por ir, o para ver a las amistades que hace
tiempo no veían, o para socializar, es una falta de respeto presentarse a grabar
cualquier tipo de escena, amerita una fuerte llamada de atención no guardar luto en
un funeral, y quienes lo hacen, solo hacen saber el poco interés por quien se fue. No
debemos confundir, ni los momentos ni las personas, pues lo que se van merecen
respeto, y aunque hubieran pedido que a la hora de su despedida se les recordará a
carcajada limpia, o con algarabía y música, aún en ese contexto sigue existiendo
espacio para el recato, y la formalidad de la situación.

Posiblemente el tiempo previo al sepelio, y hasta el momento de la sepultura del
ataúd, sean los que más describen la vida del difunto, pues como pasa en la religión
católica, en la que la etiqueta pide ir de negro, en carácter de respeto y dolor o por
la ausencia del color y la luz, no es suficiente el vestirlo, es necesario mostrarlo, y
no se trata de ir llorando todos, y pasar el tiempo en el rezo, pero sí de guardar
silencio y la compostura adecuada. Ver a los asistentes en una ordenanza fúnebre
clavados en el celular, publicando en redes sociales, haciendo transmisiones en vivo
o conversando en grupos pequeños de diversos temas, a lo único que se inspira es
a decirles que mejor no hubieran asistido, y que deseamos el mismo respeto que
muestran a la hora de su partida.

About Bertha Guillermina Castellanos Arciga

Periodista, Reportera, Editora y Directora General de la Revista Digital Informativa: 5W Redactor.

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