Los medios de comunicación se encuentran en riesgo de desaparecer o de ser atacados siempre que actúan con contundencia, valentía y en apego a la verdad, de tal suerte que, si se quiere informar la realidad de su pueblo, sus estados o el país, tienen que pensarlo dos veces si es que quieren salir ilesos e íntegros de sus hogares o trabajos, además de poder andar con tranquilidad en los círculos en los que se desarrollan.
El asesinato de 15 periodistas a la entrega de éste escrito, en manos del crimen organizado, debería hacer que las leyes en materia de protección a los medios de comunicación sean cumplidas a cabalidad, y se consideren como alertas serias cada una de las amenazas a informadoras e informadores, que en muchas ocasiones la autoridad no atiende.
No han sido a las grandes cadenas noticiosas a las que se han atacado, sino a los medios locales que después de denunciar el mal actuar de las autoridades o la incidencia criminal han recibido ataques a sus oficinas e incluso han acabado con sus vidas por decir al público, su opinión o compartirles las crudas verdades.
En éste mismo espacio de opinión hemos tenido que dejar de escribir de algunos temas, como los asesinatos de presidentes municipales en Michoacán, los ataques en algunos municipios de la región orienten o el mañoso actuar de las autoridades municipales, con sus fuerzas policiales, estatales, federales o municipales.
Aunque por fortuna siempre han existido personas valientes que intentan seguir señalando la corrupción, el mal actuar de los funcionarios o los hechos delincuenciales, lo cierto es que siempre están con su vida en riesgo porque no hay institución capaz de garantizar de manera seria y eficaz el resguardo de los informadores e informadoras.
Los hechos ocurridos en poblaciones como Tuzantla, sólo se saben fuera de esa demarcación gracias a las redes y los medios de comunicación, lo que llega a servir para que las fuerzas del orden lleguen o se aposentan por algún tiempo en esos sitios hasta establecer el orden, sin embargo, siguen llegando tarde y en muchas ocasiones están coludidas con los mismos grupos de la delincuencia.
Los mecanismos de protección para personas defensoras de derechos humanos y periodistas, seguirán siendo letra muerta mientras una informadora o informador estén en riesgo o pierdan la vida, y el estado seguirá siendo un cobarde e inepto, que incumple con su deber, mostrándose como un ente coludido o partidario de callar a los medios.
Ya se olvidó, el momento histórico en el que el actual Presidente del Partido Revolucionario Institucional, Alito, o Alejandro Moreno, ex gobernador de Campeche, fue ventilado diciendo que a los periodistas se les mataba de hambre, pues si no fuera así, debería en este momento siendo señalado cuando menos por los medios de comunicación de su estado, de tal suerte que cuide sus palabras para referirse al quehacer de informar y los informadores.
No es que los medios tengan que ser intocables, de hecho, el propio Presidente de la República en sus mañaneras, tiene una sección especial para descalificar o señalar a quienes no informan, mienten o desinforman. Lo que da entrada para que otros funcionarios o personas puedan identificar y ventilar a quienes faltan a la verdad al informar, pero nunca será permitido que se les aplique la ley mordaza.
los lectores debemos ser cuidadosos en lo que leemos, y saber seleccionar el medio en el que leemos noticias, y podemos cambiar libremente por el que mejor nos agrade por su veracidad, imparcialidad, claridad o cualquier característica de nuestra preferencia, y podríamos incluso criticar a los que consideremos falsos o comprados o vendidos, pero nunca atacar verbalmente o físicamente ningún medio de comunicación o comunicador.