Las segundas partes afirman algunas personas que nunca han sido buenas, y sobre todo hacen alusión al cine y después lo trasladan a la vida personal para referirse a que después de una relación no es lo mejor regresar o que para quienes regresan con sus ex parejas no se les pronostica lo mejor, sin embargo, conforme a la experiencia tanto en el séptimo arte como en la vida personal, hemos de considerar que no todo está dicho y no siempre lo que es para algunos representa una generalidad.
Debemos ser conscientes de lo bueno que nos dejó la otra persona en un primer encuentro o en una primera relación poner sobre la balanza, los besos y las caricias igual que los momentos divertidos y los problemas, y en medio de la razón optar por comenzar de nuevo o por cerrar el círculo definitivamente. No hay nada escrito en las decisiones que lo que manda el corazón y la mente, pero lo que debemos procurar es no dejar que solo uno decida, y es que, si bien es cierto que todo está conectado, actuar solo por emoción no siempre es recomendable ni se tan fríos tal cual el razonamiento lo dicte.
Tener en mente la gama de posibilidades permite seleccionar, y aunque no siempre se elige lo mejor, repetir también es una opción, si ha de solicitar que le traigan nuevamente en el restaurante el postre o el delicioso plato de comida que tanto le agradó, ¿por qué no hacerlo con quien más cosas bellas compartió y sonrisas le dio? No es cuestión de dar valor a que los demás digan que ¿Cómo es posible que vuelva a caer? Lo cual no podrá evitar, también habrá aquellos que se ponga contentos con un regreso, pero desde luego quien tiene que estar satisfecho es usted por el libre albedrío de estar con quien le parece que le facilitara la felicidad.
A donde no debemos regresar es a los sitios en los hubo cualquier tipo de violencia, a donde no hay que voltear, es con la persona que nos dio tristeza en lugar de felicidad, llanto en lugar de sonrisas y dolor en vez de amor. Solo piense en volver si va a repetir; el inesperado viaje juntos al pueblo más cercano o lejano, al campo, al arroyo o el río cristalino en donde vieron llegar el día o irse la tarde, esas son realmente las primicias que le pudieran hacer pensar en estar con él o con ella otra vez, lo que no es necesariamente una mala idea, y sin duda lo que es, es una decisión suya que debe tomar sin presión alguna, es decir en total libertad.
Solemos tener inseguridades, y también continuas equivocaciones pues al parecer distintas situaciones cambian el carácter y la forma de ser de la gente, por lo cual si regresa a una relación y le parece que no es él o la misma, tómelo como una oportunidad de hacer las cosas diferentes lo que le llevará a resultados iguales, no espere dejar la casa y tras años encontrar en retrato de la pared sin polvo, todo el tiempo cambiamos creyendo madurar (habrá quien sí lo logre),es natural y muchas veces necesario, solo no vuelva por costumbre ni por la comodidad, pues si eso no le ha hecho feliz una vez no lo logrará jamás.
Recuerde que las cosas no cambian si hacemos siempre las mismas acciones, es por ello que debemos cambiar la receta para lograr un resultado diferente, especialmente si lo que nos está tocando vivir no es de nuestro agrado o nos aleja de la felicidad.
Así como seleccionamos la ropa que usaremos a diario, también haremos una buena elección del carácter que nos vestirá cada instante en nuestra vida. Vale la pena ser positivos y propositivos en mitad de un mundo que se sume constantemente en el estrés.
La sonrisa abre casi cualquier puerta, y una mente positiva es más buscada que la que expresa coraje, o malas ideas, por eso hay que alimentar los buenos pensamientos y las ideas creativas que nacen del bien y para el bien.
Ame las veces que sean necesarias, no guarde rencores que son como las hojas secas debajo de un árbol, que se cree que son abono, pero se pudren, se vuelven malolientes y es un completo desagrado, encamine al perdón y al olvido de lo malo en lo más posible para poder realmente comenzar de nuevo.