Francisco Seva Rivadulla. Periodista Agroalimentario
Internacional
Con la finalidad de conocer mejor que se puede mejorar en la industria del
mango, hemos conocido las consideraciones y reflexiones de uno de los
investigadores más prestigiosos a nivel mundial, se trata del Dr. Víctor Galán
Sauco, Consultor Internacional del Mango y uno de los mayores expertos de
este cultivo.
Preguntado por los retos y desafíos agronómicos a los que se enfrenta la
industrial del mango, nuestro entrevistado comenta que “el principal problema
es, sin duda, lograr una mayor productividad de las plantaciones de mango. El
rendimiento del mango en los principales países productores apenas supera las
10 t/ha, en torno a 15- 20t/ha en Brasil, mientras que el rendimiento promedio
en Israel es del orden de 30 t/ha, existiendo plantaciones en las que se superan
las 50 t/ha, lo que da idea de que con buenas prácticas culturales y una
adecuada selección de cultivares puede obtenerse una elevada rentabilidad. Por
ello, a primera vista, podría deducirse que no es necesaria una gran labor de
investigación en este cultivo. Sin embargo, nada más lejos de la realidad. Los
elevados rendimientos de esta especie en Israel son consecuencia, claro está, de
los notables esfuerzos de investigación realizados para la adaptación del mango
a climas subtropicales, tanto en la selección de patrones y cultivares como en el
control de la floración y técnicas de cultivo siendo preciso aún una enorme labor
de investigación para elevar los rendimientos del cultivo del mango a nivel
mundial”.
Nutrición y Fertilización
En lo que respecta a la nutrición y fertilización del mango, el Dr. Víctor Galán
apunta que “existe información suficiente sobre nutrición y fertilización del
mango. Concretamente, el National Mango Board me encargó hace años un
trabajo exhaustivo sobre este tema que está disponible para cualquier empresa
o agricultor de mango en Latinoamérica. El problema es que hay muchos
pequeños agricultores que no aplican estos conocimientos de forma adecuada.
En el campo de la investigación habría que avanzar hacia el desarrollo de
normas de abonado foliar específicas para cada cultivar”.
Mejoras Agronómicas
En lo concerniente a mejoras agronómicas en la industria del mango, nuestro
consultado señala que “hay también información suficiente en la página web del
National Mango Board, sobre técnicas de plantación, propagación, poda, y otras
técnicas de cultivo, pero, sin duda, la gran asignatura pendiente en el caso del
mango es el estudio de patrones y relaciones patrón-injerto pues sorprende en
gran manera la relativamente escasa información existente acerca del
comportamiento de distintos cultivares sobre diferentes patrones y ello pese al
notable impacto que estos tienen no solo sobre el rendimiento, la tolerancia a
salinidad, la absorción de nutrientes, el crecimiento y desarrollo y la calidad del
fruto”.
“Tal vez lo más importante en estos momentos sería continuar con la labor que
está desarrollando el National Mango Board, a través de aumentar el número
de talleres de extensión que realiza en países como Perú, Ecuador, México,
Brasil y Haití extendiéndolos a otros países productores que exportan mangos a
Estados Unidos como Colombia, Jamaica o la República Dominicana”, subraya el
Dr. Galán.
Gestión hídrica
En lo concerniente a la gestión hídrica de este cultivo, el Dr. Víctor Galán
puntualiza que “un adecuado manejo del riego es de vital importancia tanto
para aumentar el rendimiento como la calidad del fruto. El problema es que
muchas plantaciones de mango en Latinoamérica no tienen garantizado un
adecuado suministro de agua y muchas aún utilizan sistemas de riego a manta o
que no son los idóneos para el mango que debe ser regado por sistemas de
riego localizado como microaspersión o goteo que permitan además de
garantizar el suministro de agua a la planta en el momento adecuado la
aportación simultánea de nutrientes disueltos en el agua de riego”.
Además, añade también que “la incidencia de períodos de déficit hídrico es
beneficiosa para el mango en algunos momentos de su ciclo fenológico. Así, en
las regiones tropicales el estrés hídrico favorece la maduración de los brotes
que es el principal factor en los trópicos donde no hay bajas temperaturas
nocturnas para la inducción floral e incluso refuerza, cuando se produce en
invierno la intensidad y sincronía de la floración en zonas subtropicales. Hay
todavía un escaso conocimiento científico sobre la influencia de un déficit de
riego en diferentes momentos del ciclo fenológico y su consecuencia sobre la
producción y la calidad del fruto, aunque se conoce que el periodo fenológico
de postcosecha es el más sensible al estrés hídrico y el de mayor impacto sobre
la producción cuantitativa y cualitativa. Debe pues concentrarse esfuerzos de
investigación en este tema”.