El fin de semana (sábado 6 de noviembre, 2021) los medios de comunicación se dieron vuelo con un dato que fue interpretado de manera conveniente, dependiendo del medio que se consultara; todo rondaba en relación a la boda del jefe de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) del gobierno de México, Santiago Nieto Castillo.
Se dijo de todo, dependiendo del medio que se consultara, resultaba muy diferente la situación de tal evento.
Por ejemplo, en las redes diversas se decía que el funcionario del gobierno federal:
Había elegido casarse en la ciudad de La Antigua, Guatemala (Antiguo asentamiento del esplendor del imperio maya), como acto de soberbia, de exhibición de poder de compra y esnobismo; se ofrecieron datos de una fiesta supuestamente muy exclusiva; con vinos y ambiente muy exclusivo, todo propio de una persona muy pudiente.
Una segunda versión señalaba que en realidad la boda se había trasladado a Guatemala, para, dada la labor tan delicada que desempeña este funcionario; alejarse de las tentaciones de las mafias que investiga; de esa forma estaría desalentando un posible atentado en su contra, y en contra del propio evento.
Entre estas dos posturas se metió la información de que la aduana guatemalteca había retenido un avión privado que transportaba personas que decían que iban a tal boda; el problema es que no habían declarado 35 mil dólares, que iban en 7 sobres, repartidos de a 50 billetes de a 100 dólares por sobre. Hoy sabemos que en el avión viajaba el director y dueño del periódico El Universal, y su ayudante reclama el dinero como de este personaje.
Pero en el avión viajaba la secretaria de turismo de la Ciudad de México (Paola Félix) como invitada a la boda; situación que de inmediato desató chismes y rumores… ¡una funcionaria de la 4T, viajando en un avión privado a una pachanga…, y fuera del país…!
La reacción de la gobernadora de la Ciudad de México fue clara y contundente; lamentó perder a una buena funcionaria; pero de inmediata quedaba cesada…, despedida sin más ni más.
La boda que parecía no ser algo especial, o buscar el escándalo, ya lo estaba encontrando sin buscarlo.
Revisando la prensa nacional del lunes, me topé con un columnista del periódico Milenio: Óscar Cedillo, quien nos relata los pormenores de esta boda en otras dimensiones y con otros datos que la pintan totalmente diferente; lo central de sus datos es lo siguiente…
La boda se realizó en La Antigua, Guatemala, porque la novia decidió ofrecerle un regalo sentimental al novio…; la madre de éste, antropóloga de Querétaro, murió en esta ciudad…
Los vinos que se sirvieron fueron exclusivamente nacionales; ni una gota de los supuestos vinos internacionales.
No sólo no hubo platillos de cocina internacional gourmet o exótica; por el contrario, las mesas se sirvieron con la cocina tradicional guatemalteca…
El chef encargado de la boda los atendió mientras seguía atendiendo al resto de comensales en el Hotel; nunca fue exclusivo del evento…, nunca se cerró el hotel para ellos, siguió atendiendo al público que lo solicitaba…
No hubo grandes dispendios en el baile; el DJ contratado para amenizar el baile cobró 10 000 pesos por el evento…
Cada invitado pagó su traslado hasta Guatemala…
Esto lo publica Óscar Cedillo en su columna de ayer lunes 8 de noviembre, en el periódico Milenio; digo, algo ha de saber para publicarlo sin temor; ya sabemos que el chisme y amarillismo vende más que los datos serios…; creo que este columnista sacaría más tirando lodo, envidias y desatinos en contra de este evento en que Santiago Nieto y Carla Humphrey se casaron.
Otro elemento que quizá apoya esta tesis de la discreción es que la novia es miembro del INE, es funcionario (consejera) electoral; entonces parece que había elementos para pensar en que su boda era difícil de pasar inadvertida…, ¡y más teniendo como invitado al director y dueño del periódico más poderoso del país: El Universal.
Si, efectivamente hubo una boda, un avión privado retenido por la aduana guatemalteca; una funcionaria Paola Félix , secretaria de turismo de la Ciudad de México despedida de inmediato; y el Novio, hoy esposo de Carla Humphrey sin empleo; ya que éste, entendiendo la situación, de inmediato ayer lunes 8 de noviembre, presentó su renuncia al cargo en la UIF; a la que ha llegado el político Pablo Gómez en su relevo.
¡Todo por una pinche boda!
Sus malquerientes dirán… ¡cínicos, no que muy modestos…, mira nada más, irse a casar a otro país; no les alcanza México; fueron a lucir sus extravagancias hasta Guatemala; de golpe este empobrecido país, es de los más pobres del mundo, pasa a ser visto como un gran destino de lujos y derroches de los funcionarios del actual gobierno.
Sus bien querientes lamentan la salida de Santiago Nieto de la UIF, donde tenía en jaque a buen número de políticos y empresarios evasores de impuestos y lavadores de dinero…; creo que ellos tienen razones para festejar; Pablo Gómez no ha dado las mejores prendas como las esperadas para suponer que puede hacer lo que hasta ayer hacía Santiago Nieto.
Creo que los críticos y enemigos del gobierno han salido triunfadores en una boda, donde, curiosamente lo de menos fue esta; resulta irrelevante si se casaron o no; lo que importa es ver las consecuencias; entre chismes, rumores, medias verdades y aclaraciones, la oposición puede sonreír satisfecha… ¡le han quitado un funcionario importante e incómodo al gobierno de su odiado AMLO!
¡Todo por una pinche boda…, empresarios y políticos de todos los partidos invitados, en un lugar de situaciones sentimentales para el novio (trabajo y muerte de su madre de profesión antropóloga); pero con todos los chismes de oportunidad a la mano de cualquier rumorólogo con ganas de joder, y meter sus intereses…!
Los daños ya están a la vista; una invitada despedida, y el hoy esposo renunciado…
¡Ahhhh, algunas veces decimos que lo hacemos por amor…; en ocasiones pensamos que es cierto; en otras son frases hechas dada la necesidad de reafirmar nuestros actos!
Abrazos…, sin boda…¡obviamente…!