La formación profesional de cada individuo tiene diferente ritmo, pues cada uno aprendemos de manera visual, auditiva o kinestesica, es decir, la habilidad y capacidad individual determina el progreso que el ser humano va obteniendo durante la permanencia en la escuela.
Los que nos hemos entregado al afán educativo, sobre todo quienes formados en la pedagogía decidimos ser docentes y estar frente a un grupo de alguno de los diversos niveles educativos vigentes en México, tenemos la oportunidad de transformar realidades, pues cuando se arrastran vicios que mantienen en la ignorancia de algún tipo a los educandos o pupilos se tienen que aplicar estrategias que sean bien recibidas y fortalezcan el aprendizaje significativo. La tarea es titánica cuando a falta de recursos, de alimento en el estomago, de déficit de atención o cualquier otro problema impiden que los niños o jóvenes no aprendan cómo es debido.
Tras 20 años en la docencia he entregado 5 generaciones de egresados del nivel secundaria, 10 de licenciatura, y 5 de postgrado. Por lo que algunos de mis exalumnos ahora los llamo colegas y sus capacidades alcanzadas de muchos de ellos los han hecho ser brillantes como abogados, como profesores, como trabajadores sociales como investigadores, desempeñándose como párrocos, en la función. Pública y/o padres de familia ejemplares ah quienes las escuela les sirvió para ignorar menos, y saber vivir en sociedad. Cada generacion tiene sus propias características pues aunque el contenido sea el mismo, el contexto y la realidad son cambiantes, por ejemplo la incorporación de la paridad de género, la protección de la intimidad o asuntos de la diversidad son temas que en la actualidad han cobrado relevancia respecto del pasado, cuando los derechos eran acotados para sostener un sistema patriarcal arcaico.
La incorporación de los derechos humanos en los planes y programas de estudio han permitido volver el valor a la humanidad, por eso da gusto saber que en cuanto a la teoría se refiere quienes hoy concluyen sus estudios deben practicar su profesión con ética y valores.
Ninguna teoría es capaz de describir o solucionar de manera puntual los problemas a los que han de enfrentarse en el campo laboral las y los egresados, pero si como estudiantes mostraron disciplina, interés y amor por la carrera, la escuela ya cumplió su parte y los maestros con su labor, por lo que ahora el campo profesional definirá si es o no es su verdadera vocacion.
Si terminas una carrera y no era lo que querías, considera que nunca es tarde para reivindicar el camino y puedas hacer en tu vida lo que realmente disfrutas.
Si tienes ahora un títulos o una carta de terminación de estudios no olvides que debes tramitar tu cédula. No debes temer a la tesis o a llevar a cabo una investigación recuerda que se trata de una propuesta de solución a un problema que te agradecerá la sociedad a quien te debes y a quien hay que regresar un poco de lo que tu escuela, tus maestros y el país te dio ya sea en tu escuela pública o privada en la que confiaste para aprender lo poco o mucho que ahora sabes.
La educación sigue siendo la única opción viable para vivir bien; fraternalmente, solidariamente, humanamente… pues no se estudia para ganar mucho ni para ser más sino para tener un modo honesto de vivir empapados en la humildad.