Morelia, Mich., 13 de marzo de 2017 .- Los niveles elevados de azúcar en la sangre, propios del padecimiento de diabetes mellitus, son la principal causa de daños al riñón, denominado como nefropatía diabética.
Tan sólo en Michoacán, el Instituto Mexicano del Seguro Social destina alrededor de 240 millones de pesos para los servicios de hemodiálisis y diálisis peritoneal, cifras otorgadas por el Coordinador de Salud Pública, de la Delegación Regional del IMSS en Michoacán, Mauricio Atienzo Reyes
Poniéndolo a una escala mayor, más de 12 mil mexicanos esperan por un trasplante de riñón, de acuerdo con registros del Centro Nacional de Trasplantes (CENATRA), lo que representa un problema de salud importante en el país.
Se dice que es un mal silencioso debido a que la nefropatía no produce ningún síntoma hasta que casi toda la función desaparece. El primer síntoma de nefropatía a menudo es la acumulación de líquido.
Otros síntomas de nefropatía incluyen la pérdida de sueño, falta de apetito, malestar estomacal, debilidad y dificultad para concentrarse. No obstante sólo estudios de laboratorio y la adecuada valoración médica será la vía de diagnóstico definitivo.
En razón de esto, el IMSS implementa acciones y programas para promover el ejercicio y la reducción de azúcares en las dietas de las familias, desde las guarderías hasta la orientación nutricional en los hogares, en el afán de atacar la aparición o extensión de la obesidad y la diabetes.
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