5W Redactor Revista Digital Informativa
Incremento a la gasolina, el encarecimiento que, empoderado, marcha sin freno por el país y la inseguridad que nunca ha sido desterrada son las primeras huellas que han dejado la marca en el temprano año 2017. La irritación social también se ha incrementado contra una clase política que mucho tiene de parasitaria y, más aún, de cínica.
Los firmantes del Pacto por México son directos corresponsables, esa imagen del presidente Enrique Peña Nieto junto a los entonces dirigentes del PAN y PRD fue la escenografía a modo para concretar el posterior paquete de reformas definidas como estructurales que han servido para romper la estabilidad de nuestro país.
Las respuestas de los altos funcionarios de la elite son huecas, tramposas y vacías como la oquedad de muchos de quienes pretenden justificar un entorno negativo. La cuesta de enero comenzó prematuramente, de nuevo el círculo vicioso como trágico que propina una paliza a la economía real, la misma que vulnera a un número alarmante de familias que carecen casi de todo, desde un ingreso seguro y, también, de esperanzas.
En diciembre, el desabasto de la gasolina ya alcanzaba cifras históricas mientras los debates en torno a ello saturaban muchos espacios de discusión virtual para medir, de alguna manera, el desencanto a modo de catarsis.
Al final del camino, las promesas del mandatario Peña Nieto han sido evaporadas por el peso de la realidad, no son más que juegos demagógicos, artificiosos que nos hacen evocar el alud de simulaciones de otros presidentes que ofrecieron casi el paraíso para terminar extraviados en un enorme e interminable laberinto.
De nueva cuenta el desengaño aflora, la realidad no requiere maquillaje ni una retórica plagada de florituras, a cual más de oportunistas para repartir discursos fáciles aunque no resuelvan absolutamente nada.
De nuevo ante la encrucijada, los exhortos para no consumir gasolina se han replicado desde diferentes frentes, algunos de esos llamados y convocatorias resultan falsarios porque o reflejan un alto grado de cinismo o una grosera bipolaridad como es el caso de quienes signaron el famoso Pacto por México y ahora lucen renovados con un locuaz ataque de amnesia.
Hemos estado sitiados por los desaciertos que no se puede ver de manera remota el estallido social, la precaria economía es un combustible que no escasea —este no— si revisamos la historia, por lo regular los movimientos de quiebre y ruptura son precedidos por la desigualdad como sucedió en la Francia de 1789 o la Revolución Mexicana de 1910.
La verdad es que el daño está hecho, habría que agregar las malas señales que se envían desde el vecino país del norte con un sujeto atípico que despachará desde la Casa Blanca cuyo discurso parece una parodia del nazismo que bebe desde el espejismo de un nacionalismo decadente.
En fin, inició el año con aumentos en productos básicos, la cuesta de enero comenzó desde diciembre y parece se habrá de prolongar; una historia más cuyo denominador es la injusticia y a este asunto no se le matiza con eufemismos.
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