LA ESCUELA ES NUESTRA, LA MISMA GATA MAL REVOLCADA

Por Ricardo Burgos Orozco

Conocí en 2015 a una señora que tenía a sus dos hijas en una escuela primaria de gobierno de tiempo completo en la Ciudad de México llamada CUPA (Centro Urbano Presidente Alemán). Las pequeñas entraban a las ocho de la mañana y salían a las cuatro de la tarde con servicio de comedor. El costo de los alimentos se los cobraba mensualmente a través de una mesa directiva, aunque el precio era muy accesible; Lo más importante es que tenían clases extras de matemáticas, inglés, repasos, educación física y ahí mismo hacían sus tareas.
El programa de escuelas de tiempo completo inició en 2007 con 411 planteles en distintos puntos de la república. El esquema era similar en todos ellos con algunas diferencias que le imponía cada gobierno estatal como en los menús y en las materias que se impartían después de clases ordinarias.
Por ejemplo, si en primaria terminaban a las 12:30 con el horario extendido la jornada se extendía hasta las 16 horas; en preescolar, entraban a las nueve de la mañana y concluían a las cuatro, y en secundaria, ingresaban a las siete y finalizaban a las cuatro igualmente.
Todo ello redituaba en mejores resultados educativos para los alumnos, sobre todo para quienes les costaba trabajo el aprendizaje de algunas materias como matemáticas, historia, español. Los profesores que impartían las clases recibían un pago extraordinario por ese tiempo, de acuerdo con un convenio firmado con el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación.
El programa beneficiaba a 3 millones y medio de alumnos de 27 mil escuelas, muchos de ellos de zonas de pobreza extrema lo que les permitía recibir alimentación e instrucción al mismo tiempo.
La Secretaría de Educación Pública dio a conocer a través de un decreto el 28 de febrero pasado que el programa de Escuelas de Tiempo Completo desaparecía pese a la nobleza de sus objetivos. Sin embargo, la juez séptima de distrito en materia administrativa de la Ciudad de México emitió una suspensión definitiva para mantener el programa como estaba. Hasta este momento no sé si la SEP acató la resolución que, por supuesto, sólo aplica en la capital del país, pero en varias entidades hubo protestas de padres de familia.
Ahora la SEP anunció para el siguiente ciclo escolar 2022 – 2023 que reforzará el sistema educativo nacional con el programa La escuela es nuestra y ello permitirá a los centros educativos asignados – no a todos — contar con recursos para alimentación y horario ampliado, entre otros beneficios. La coordinadora Pamela López Ruiz aclaró que el apoyo para comida se entregará directamente a los padres de familia.
Las autoridades de la SEP van a empezar de cero una estrategia que ya estaba muy consolidada desde 2007; le cambian el nombre y entregarán dinero directamente a los papás, lo que no ocurría con el anterior esquema. Sabemos que preescolar tendrá seis horas totales de labores pedagógicas, primaria, siete, y secundaria ocho, pero no han informado el número de escuelas con las que van a trabajar y en qué zonas.
A lo mejor son buenas intenciones, pero hasta ahora lo que veo es la misma gata mal revolcada.

About Bertha Guillermina Castellanos Arciga

Periodista, Reportera, Editora y Directora General de la Revista Digital Informativa: 5W Redactor.

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